Tarta de manzana
Una riquísima y dulce tarta de manzana que cuando la probéis me daréis la razón de que es la mejor que habéis probado en vuestra vida. Yo he hecho de muchas clases y utilizado muchos ingredientes en mis recetas hasta que dí con esta poco a poco, fui quitando unos y poniendo otros y en cantidades diferentes y el resultado es fantástico.
Para la base:
275 gr de harina de repostería
125 gr de mantequilla
100 gr de azúcar
2 huevos
sal fina
Para la compota:
1 kg de manzanas dulces
125 gr de azúcar
200 ml de agua
zumo de 2 limones
Para la crema pastelera:
2 huevos
100 gr de harina de repostería
200 gr de azúcar
cáscara de 1 limón
2 c.c. de canela molida
500 ml de leche entera
Para cubrir la tarta:
2 manzanas dulces
Para el molde:
mantequilla
ELABORACIÓN:
Base de la tarta:
- Ponemos en un bol la harina, hacemos un hueco en el centro con una cuchara de madera y agregamos ahí un huevo entero y la yema del otro, reservando la otra clara para usarla después
- Añadimos la mantequilla, una pizca de sal y el azúcar y mezclamos todo con las manos, sin amasar demasiado porque sino al cocer la masa nos quedaría dura, solamente amasar hasta conseguir una masa homogénea
- Hacemos una bola con la masa envolviéndola en papel film y la reservamos en la nevera durante una hora
Compota de manzana:
- Pelamos los limones con cuidado de no arrastrar la piel blanca, ya que amarga un poco, hacemos el zumo de los limones y reservamos
- Se pelan las manzanas y se corta en trocitos muy finos
- Se ponen en un cazo con el azúcar, el agua y el zumo de los limones, llevamos al fuego con el cazo tapado, removiendo de vez en cuando para que no se pegue y que el almíbar vaya caramelizando, sin llegar al punto de caramelo, hasta que la manzana se haya quedado tierna y se termine de hacer la compota sin consumirse el almíbar, ya que lo necesitaremos para más adelante
- Reservamos
Crema pastelera:
- Ponemos en un bol dos huevos, agregamos el azúcar, batiendo muy bien con las varillas de la amasadora o la de mano, hasta obtener una crema blanquecina
- Agregamos la harina y volvemos a batir muy bien
- Incorporamos un poco de leche a temperatura ambiente y seguimos mezclando con las varillas, añadiendo el resto de leche y el resultado debe ser una crema consistente pero no espesa
- Ponemos un cazo al fuego y vertemos la mezcla, agregamos la cáscara de limón, la canela molida y removemos
- Espesa rápidamente así que tendremos mucho cuidado, para que no se pegue no dejaremos de remover
- Cuando veamos que hierve la primera vez bajamos el fuego y se sigue removiendo durante diez minutos para que se cueza muy bien la harina y no dé sabor a crudo
- Cuando esté lista la retiramos del fuego y dejamos que se enfríe, sin olvidar sacar la piel del limón
- Ponemos un colador encima del cazo de la compota y vamos colándola, apretando con una cuchara de palo para sacarle todo el jugo. Este líquido nos servirá para rematar la tarta
- Ponemos el horno a precalentar a 180º, calor arriba y abajo
- Engrasamos el molde con un trozo de mantequilla
- Sacamos la bola de masa de la nevera y la colocamos entre dos trozos de papel film, para que no se pegue a la mesa y poder extenderla muy fina con la ayuda del rodillo
- Estiramos la masa de un lado para otro con el rodillo para igualarla por todos los lados intentando darle forma redonda
- Retiramos el papel film de arriba y con ayuda del rodillo vamos a ponerla en el molde, envolviéndola con el rodillo
- Recortamos los bordes sobrantes y y tapamos la masa con papel aluminio
- Colocamos un peso encima, puede ser otra fuente o lo típico, unos garbanzos hasta cubrir el molde, esto es para que la masa no se eleve al cocerse en el horno
- Metemos en el horno a 180º durante 15 minutos
- Pelamos las manzanas reservadas para adorno de la tarta y se cortan a gajos muy finos
- Cuando la masa esté lista la sacamos del horno y con una brochita de silicona le untamos la clara de huevo batida que habíamos reservado y la extendemos bien, así conseguiremos que la tarta no se humedezca al ponerle encima la crema pastelera que debe estar ya fría
- Hacemos lo mismo con la compota de manzana, cubriendo toda la tarta
- La adornamos con los gajos de manzana ya cortados como si fueran círculos uno dentro de otro, superponiéndolos para que cubra todo el pastel
- Volvemos a meter en el horno a 180º durante 45 minutos hasta que veamos que la superficie está dorada
- Cuando la tarta esté lista volvemos a calentar el jugo sobrante de la compota de manzana, hasta que hierva solamente, y reducirla un poco
- Sacamos la tarta del horno y con la ayuda de una brochita pintamos toda la tarta con el jugo de la compota
- Se deja enfriar en la nevera un par de horas.